Cuando se trata de comer sano, la gente se interesa como nunca. No se trata sólo de elegir alimentos sanos, sino de saber qué contienen, de dónde proceden los ingredientes, su calidad y mucho más. Precisamente por eso, muchos padres prefieren la comida para bebés casera a la precocinada y envasada.
Esta guía está pensada para todos aquellos que desean preparar potitos para su bebé pero no saben por dónde empezar. Vamos a echar un vistazo a los mejores consejos y trucos para hacer papillas sanas y nutritivas.
Invierte en electrodomésticos de alta calidad
Antes de empezar a sumergirte en recetas y distintas combinaciones de alimentos, necesitarás tener a mano los utensilios adecuados. Hacer potitos en casa es rápido y sencillo siempre que dispongas de una batidora de inmersión, una licuadora o un robot de cocina potentes. Tiene que tener potencia suficiente para hacer puré creando una consistencia fina y suave.
Otros utensilios útiles para hacer potitos son:
- Un par de cubiteras
- Cesta de vapor
- Recipientes o tarros para alimentos infantiles
- Bolsas de congelación
- Etiquetas en las que se pueda escribir
- Vajilla y utensilios adecuados para los niños (en función de su edad)
- Mucha baberos para evitar que se ensucien
Recetas disponibles para inspirarle
Ahora que ya tienes las herramientas adecuadas, lo mejor es que elijas algunas recetas para principiantes. Eso sí, asegúrate de elegir recetas adecuadas para su edad, ya que los ingredientes, los pasos y la consistencia cambiarán a medida que tu bebé crezca y sea más hábil comiendo.
Hay una gran variedad de fabulosos libros de recetas de comida casera para bebés que puedes comprar, o puedes buscar en Internet. Las recetas de la primera fase son extremadamente finas y suelen contener un solo ingrediente que se convierte en puré. La segunda etapa empieza a ser un poco más espesa y puede incluir varios ingredientes, por lo que en esta etapa puedes usar un poco más la creatividad.
Haz un lote grande cada vez
Puede parecer un consejo sencillo, pero es algo que puede ahorrarte mucho tiempo y esfuerzo. Si no quieres tener que preparar papillas frescas todos los días, puedes hacer un lote grande cada vez y congelar las porciones. La forma más popular de hacerlo es dosificar los potitos en cubiteras y congelarlos. Puedes sacar los cubitos la noche anterior y dejarlos descongelar en la nevera.
Otro consejo para guardarlos es sacar los cubitos una vez congelados y meterlos en bolsas de congelación. Asegúrate de escribir la fecha en la bolsa de congelación y los ingredientes del cubito. En cualquier momento puedes tener varias de estas bolsas en el congelador para que tu pequeño pueda disfrutar de una gran variedad de sabores.
¿Cómo conservar los nutrientes?
Una pregunta que te puede surgir es ¿cuál es la mejor forma de preparar los alimentos para que conserven sus nutrientes? Como hay que cocinar los alimentos hasta que estén muy tiernos y sean fáciles de mezclar, la cocción al vapor es perfecta. Siempre que sea posible, cocina los alimentos al vapor para que los minerales y las vitaminas permanezcan intactos.
Anote lo que le gusta y lo que no le gusta de la comida
Como no querrás pasar todo tu tiempo libre haciendo papillas, es una buena idea empezar a llevar un registro de lo que le gusta y lo que no le gusta a tu bebé, de cualquier reacción a determinados ingredientes y de lo que has probado. Esto te permitirá personalizar mejor las creaciones.
Recuerda que el hecho de que a tu bebé no le guste un nuevo sabor no significa que vaya a seguir siéndolo. Siempre puedes retirarlo de la rotación por el momento y volver a probarlo más adelante. Puede mezclarlo con otro ingrediente para enmascarar el sabor o hacerlo más sabroso.
Las galletas para la dentición son fáciles de hacer y pueden resultar esenciales
También merece la pena mencionar que puedes preparar las galletas de dentición en casa. Una vez más, esto te da un control total sobre los ingredientes y puede ser una opción más económica en lugar de abastecerse de la versión comprada en la tienda. Las galletas para la dentición suelen tener pocos ingredientes, y a partir de ahí puedes añadir más sabor e ingredientes.
Para preparar una galleta de dentición básica que guste incluso a los bebés más quisquillosos, sólo necesitas tres ingredientes: avena de cocción rápida o antigua, aceite de coco y plátanos maduros. También puedes añadir canela, extracto de vainilla y nuez moscada.
Las galletas para la dentición pueden ser una opción maravillosa, pero no olvides anillos de dentición y sonajeros también son fantásticos durante esta etapa. Solo tienes que buscar los que sean blandos y seguros para que los muerda el bebé.
Siéntete bien con la comida que le das a tu bebé
Estos consejos y trucos te permitirán preparar la comida del bebé en casa, dándote un mayor control sobre los ingredientes que consume.